DÍA DEL MÉDICO EN ARGENTINA Y AMÉRICA

Por: Fernando Gardella; IG: @sabermashistoria

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recuerda cada 3 de diciembre el “Día de la Medicina en las Américas”. Esta fecha, fue propuesta por la Federación Médica Argentina, a través del Profesor Remo Bergoglio, en el Congreso Panamericano que se celebró en 1953 en Dallas, Texas, en homenaje al doctor Carlos Finlay, un médico cubano, que descubrió el papel del mosquito trasmisor de la fiebre amarilla.

 Este médico dedicó por años a buscar la causa de la fiebre amarilla y en 1881 afirmó que la enfermedad era ocasionada por un vector intermediario como el mosquito aedes aegypti.

Esto no fue aceptado en su momento, debido al hecho que en esos años se consideraba al contacto con objetos o ropa contaminados como el método de transmisión de la enfermedad.

No hubo avances sobre la enfermedad hasta 1901, cuando se creó en Estados Unidos una comisión para luchar contra la fiebre amarilla, la cual comprobó que la teoría del Doctor Finlay era cierta y comenzó a trabajar en torno a la prevención y a la lucha contra el mosquito aedes aegypti.

En agosto de 1956 la República Argentina se adhirió oficialmente a la celebración, a iniciativa del Colegio Médico de Córdoba, avalada por la Confederación Médica Argentina y oficializada por decreto del gobierno nacional.

En un día como hoy es importante poder reflexionar sobre la vocación y labor de los médicos y agentes sanitarios que hacen posible que tengamos una buena calidad de vida. En este caso quiero recorrer algunas expresiones y afirmaciones del Dr. René Favaloro, un gran representante de Argentina en el mundo y creador del bypass coronario, con gran prestigio,  reconocimiento y distinciones internacionales[1].

[1] Entre las que se destacan: el Premio John Scott 1979, otorgado por la ciudad de Filadelfia, EE.UU.; la creación de la Cátedra de Cirugía Cardiovascular “Dr. René G. Favaloro” (Universidad de Tel Aviv, Israel, 1980); la distinción de la Fundación Conchita Rábago de Giménez Díaz (Madrid, España, 1982); el premio Maestro de la Medicina Argentina (1986); el premio Distinguished Alumnus Award de la Cleveland Clinic Foundation (1987); The Gairdner Foundation International Award, otorgado por la Gairdner Foundation (Toronto, Canadá, 1987); el Premio René Leriche 1989, otorgado por la Sociedad Internacional de Cirugía; el Gifted Teacher Award, otorgado por el Colegio Americano de Cardiología (1992); el Golden Plate Award de la American Academy of Achievement (1993); el Premio Príncipe Mahidol, otorgado por Su Majestad el Rey de Tailandia (Bangkok, Tailandia, 1999).

A lo largo de su vida René Favaloro, el médico rural y cardiocirujano, se expresó de diferentes maneras: por medio de discursos, en Congresos Académicos y obras literarias, donde, dio a conocer sus ideas y pensamientos más destacados.

En primer lugar, le habla a estudiantes y colegas sobre su visión e ideales, también, los anima a tener una vocación y profesión con el compromiso y mediante un tratamiento integral de los pacientes, estableciendo parámetros y diagnósticos conjuntos donde el enfermo sea consciente de su situación y cuáles serán los pasos a seguir para su recuperación.

En un mensaje a los estudiantes reunidos en Glacier Park Lodge , Montana, Estados Unidos, 1993, René Favaloro afirmaba lo siguiente: Examinarlo, examinarnos, hacer el diagnóstico correcto y buscar todos juntos el tratamiento adecuado. Sólo lo lograremos si entendemos que estamos convocados por un compromiso ineludible: debemos luchar por una sociedad más justa y equitativa, sin prejuicios de ninguna índole. Sólo lo lograremos si no nos apartamos nunca de los lineamientos éticos basados en el respeto a la dignidad del hombre.

Debemos trabajar, trabajar y trabajar con pasión. Siempre habrá tiempo para el ocio fecundo, en beneficio de todos. Hemos de esforzarnos para mejorarnos individualmente, pero entendiendo que formamos parte de una sociedad que demanda nuestra participación. Cuanto más destacada sea nuestra posición individual más grande será nuestro compromiso social. Ha llegado la hora de trabajar con humildad y modestia verdaderas. Hay que aprender a no marearse con las alturas de la montaña. En la montaña de la vida nunca se alcanza la cumbre.De “Don Pedro y la educación “)

Es necesario insistir una vez más que si no estamos dispuestos a comprometernos, principalmente los universitarios a luchar por los cambios estructurales que nuestro país y toda Latinoamérica demanda, principalmente en educación y salud, seguiremos siendo testigos de esta sociedad injusta donde parece que el tener y el poder son las aspiraciones máximas. (De “Recuerdos de un médico rural “)

René Favaloro también hace mención de la realidad social, económica, política y ambiental que debe tenerse en cuenta a la hora de hablar de la salud de la población.

El medio ambiente se encuentra en estado de emergencia y los efectos de esta degradación amenazan la seguridad económica, alimentaria y sanitaria de los habitantes del planeta, en especial, de los más pobres. Una vez más se hace evidente la diferencia entre ricos y pobres; si los países pobres consumieran tanto como los países industrializados, se necesitarían diez planetas semejantes para abastecer a todos. (De la Conferencia del Congreso Interamericano de Cardiología, agosto de 1999)

La prevención y el control de enfermedades son fundamentales para el mejoramiento continuo de la salud de la población. Para ello se deben tomar medidas destinadas a producir cambios en el nivel de vida de las poblaciones marginadas y eliminar las desigualdades evitables e injustas en términos de salud y bienestar individual y colectivo, demanda persistente y creciente de las sociedades latinoamericanas.(De la Conferencia del Congreso Interamericano de Cardiología, agosto de 1999)

En esta breve reseña de pensamientos de Favaloro es necesario revalorizar el acto médico y la actitud compartida de compromiso, responsabilidad de parte del profesional y también del enfermo. Además, observar las consecuencias que tienen en la salud las decisiones y medidas tomadas por políticos, empresarios y sectores de poder, quienes muchas veces son perjudiciales para la vida de las sociedades que integran. Así como lo hizo Carlos Finlay en su momento​, día a día miles de médicos en Argentina y América contribuyen a transformar la medicina en pos del bienestar general de la sociedad.

En este día memorable, queremos agradecer la vocación de servicio, dedicación y entrega diaria que han tenido y tienen, los médicos y profesionales de la salud en las guardias de los hospitales, atención ambulatoria o internaciones, que, gracias a su conocimiento, compromiso y acompañamiento, nos ayudan a salir de una enfermedad y nos permiten tener una mejor calidad de vida.

Por todo su gran trabajo y sacrificio, ¡Muchísimas gracias!

En este día de agradecimiento, ¿a qué médico le darías una distinción especial?

Por Fernando Gardella; Prof. En Historia, Egresado del ISPE

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